Exploración de formas y patrones: Practicar el dibujo ornamental te permite experimentar con diferentes combinaciones de formas, colores y patrones, estimulando la creatividad.

Expresión personal: A través de los ornamentos, puedes expresar tu estilo y personalidad de una manera única, sin la presión de crear una “obra maestra”.

Enfoque prolongado: Al dibujar patrones  entrenas tu mente para concentrarte por períodos más largos, lo que puede mejorar tu enfoque en otras áreas de la vida.

Práctica del trazo: al practicar el dibujo notaras como mejora la coordinación mano-ojo y el control sobre los materiales de dibujo.

Inmersión total: El dibujo ornamental puede llevarte a un estado de “flow” donde te sientes completamente inmersa en la actividad, perdiendo la noción del tiempo y alcanzando una sensación de bienestar y satisfacción.

Pocos materiales necesarios: Para empezar a practicar el dibujo ornamental necesitas pocos materiales lo que lo convierte en una actividad fácilmente accesible.

No requiere experiencia previa: Puedes comenzar sin experiencia previa en dibujo. La simplicidad de los patrones iniciales permite a cualquiera disfrutar de la actividad.

Trabajo gradual: disfrutar del proceso permite desarrollar la paciencia en lugar de poner el foco solo en el resultado final.

Recompensa visual: Ver cómo un dibujo complejo toma forma a partir de líneas simples es muy gratificante y motivador.

Distracción positiva: El dibujo ornamental actúa como una distracción constructiva que puede ayudar a desviar la mente de pensamientos negativos o situaciones estresantes.

Crear algo bello con tus propias manos puede mejorar tu autoestima y darte una sensación de logro.

Practicar dibujo ornamental no solo es una manera de relajarse, sino también una forma de desarrollar habilidades artísticas y mejorar tu bienestar general.